Budín de espinacas, ya sea como entrada, acompañamiento o plato principal, este budín conquista paladares y se adapta a múltiples estilos de vida. Este plato es el ejemplo perfecto de cómo algo simple puede ser delicioso y práctico. Te conecta con ingredientes nobles como la espinaca, fomenta una alimentación más vegetal y permite improvisar con lo que tengas en casa.
Además, es una forma creativa de darles a los vegetales un lugar protagónico en la mesa, sin caer en la rutina. Si quieres una opción fácil de cocinar, que se pueda conservar y que guste a todos, este budín es perfecto.
Propiedades nutricionales de la espinaca:
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Rica en hierro: Aunque su contenido no es tan alto como se pensaba en el pasado, pero sigue siendo una buena fuente de hierro vegetal.
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Vitaminas esenciales: Es fuente de vitamina A, C, E y K, así como de ácido fólico.
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Minerales: Además del hierro, aporta calcio, magnesio y potasio.
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Bajo contenido calórico: 100 gramos de espinaca aportan menos de 25 calorías.
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Antioxidantes: Como la luteína y la zeaxantina, beneficiosas para la salud visual.
¿Con qué acompañar el budín?
El budín de espinacas es muy versátil. Algunas ideas para acompañarlo:
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Ensalada fresca con tomates cherry, palta y semillas.
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Papas al horno o puré de papas cremoso.
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Salsa blanca o bechamel suave.
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Pan integral casero o tostadas de semillas.
Beneficios del Budín de Espinacas
Además de ser una comida deliciosa, este budín tiene muchísimos beneficios que lo convierten en una opción ideal para el día a día:
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Nutritivo y completo: Aporta proteínas, vitaminas, minerales y fibra.
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Versátil: Se puede comer como entrada, plato principal, acompañamiento o incluso en un picnic.
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Ideal para niños: Al tener una textura suave y sabor agradable, es una excelente forma de introducir vegetales en la dieta infantil.
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Apto para freezar: Lo puedes hacer en una budinera grande, porcionar y congelar. Luego lo descongelas y calientas en el microondas o en el horno.
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Personalizable: Acepta infinitas variantes con otros vegetales, quesos, condimentos o cereales.
Tips para un Budín Perfecto
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Escurrir bien la espinaca: El exceso de agua puede afectar la textura. Es ideal presionarla con un colador o envolverla en un paño limpio.
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Usa queso con personalidad: Un buen queso cheddar o queso parmesano puede elevar mucho el sabor.
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Decoración final: Espolvorear queso rallado por encima antes de hornear le da un toque dorado y crocante.
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Budín de espinacas
- Tiempo Total: 45 mins
- Porciones: 6 1x
Ingredientes
- 2 paquetes (280 g cada uno) de espinacas picadas y congeladas, descongeladas y escurridas
- 1 paquete (225 g) de queso crema en cubos
- 200 gr queso cheddar
- 4 huevos grandes, ligeramente batidos
- 60 ml de mantequilla derretida
- 1 diente de ajo picado
- 1/2 cucharadita de sal
Instrucciones
- Precaliente el horno a 350°F (185 °C)
- En un bowl grande, combine bien todos los ingredientes.
- Transfiera la mezcla a una fuente para hornear engrasada.
- Hornear hasta que los bordes estén ligeramente dorados, de 35 a 40 minutos.
- Tiempo de Preparación: 10 min
- Tiempo de Cocción: 35 min
- Categoría: Acompañamientos
- Método: Horno
- Tipo de Cocina: Fácil
Variantes del Budín de Espinacas
Si bien la receta clásica es deliciosa, puedes adaptar el budín según tus gustos, lo que tengas en casa o necesidades dietéticas:
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Budín sin lácteos: Puedes usar leche vegetal, omitir el queso o reemplazalo por levadura nutricional, y usá tofu o ricota vegetal.
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Con granos o legumbres: Agregar arroz integral, quinoa o lentejas cocidas para hacerlo más sustancioso.
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A la provenzal: Sumale perejil, ajo y pan rallado extra para una versión más sabrosa y aromática.
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Budín de espinacas y zanahoria: Combinar ambas verduras para un toque de color y dulzor.
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Mini budines: Usar moldes individuales de muffins para una presentación práctica y divertida, ideal para eventos u ocasiones especiales.
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