Cómo hacer pesto, es una de las recetas básicas que siempre será bueno saber hacer, ya que el pesto es una de las salsas más emblemáticas de la cocina italiana, particularmente asociada con la región de Liguria, y su nombre proviene del verbo italiano «pestare», que significa “moler” o “triturar”. Su origen se remonta a tiempos antiguos, y la receta tradicional ha evolucionado a lo largo de los años, pero la esencia del pesto sigue siendo la misma: una combinación vibrante de ingredientes frescos y sabrosos.
El pesto genovés, la versión más conocida, se prepara con albahaca fresca, piñones, ajo, queso parmesano (o a veces pecorino), aceite de oliva virgen extra y sal. Estos ingredientes se mezclan tradicionalmente en un mortero, aunque hoy en día muchas personas utilizan procesadores de alimentos para facilitar el proceso.
El pesto es increíblemente versátil. Tradicionalmente, se mezcla con pasta, como en el clásico “trofie al pesto”, pero sus aplicaciones no terminan ahí. Puede usarse como aderezo para ensaladas, marinada para carnes, o incluso como acompañamiento para pan y quesos. También es excelente como ingrediente en recetas más innovadoras, como pizzas, salsas para carnes y pescados.
Sustituciones y variaciones
Frutos secos: sustituya los piñones por nueces, pistachos, almendras, nueces pecanas o semillas de girasol.
Verduras: sustituya la albahaca por espinaca, col rizada o rúcula.
Especias: agregue pimienta negra recién molida o hojuelas de pimiento rojo triturado.
Cómo hacer pesto
- Tiempo Total: 15 minutos
Descripción
Es importante que tengan presente que si no cuentan con piñones pueden reemplazar por nueces, almendras, semillas de girasol si buscas un sabor diferente.
Ingredientes
- 2 tazas de albahaca fresca (bien compactada)
- 1/2 taza de piñones (reemplace por almendras)
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 2 dientes de ajo
- 1/2 taza de aceite de oliva virgen extra y un poco más
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto (opcional)
Instrucciones
- Lava y seca bien las hojas de albahaca.
- Pelar los dientes de ajo.
- En una sartén a fuego medio, tuesta los piñones ligeramente hasta que estén dorados y fragantes. Esto resalta su sabor, pero puedes omitir este paso si prefieres un pesto más suave.
- En un mortero grande (o en un procesador de alimentos), coloca los dientes de ajo y una pizca de sal.
- Tritura el ajo hasta que esté bien machacado.
- Añade los piñones y sigue triturando hasta que obtengas una pasta gruesa.
- Agrega las hojas de albahaca, un puñado a la vez, y continúa machacando (o procesando) hasta que la mezcla esté bien combinada y casi homogénea.
- Incorpora el queso parmesano rallado y mezcla bien
- Mientras sigues mezclando, vierte el aceite de oliva en un hilo constante. Si estás usando un procesador de alimentos, simplemente enciéndelo y añade el aceite lentamente a través del tubo de alimentación.
- Ajusta la consistencia del pesto agregando más aceite si es necesario. Debe tener una textura espesa pero untuosa.
- Prueba el pesto y ajusta la sal si es necesario. También puedes añadir un poco de pimienta negra al gusto, si lo prefieres.
Servir y almacenar:
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- El pesto está listo para usarse en pasta, pizzas, ensaladas o como acompañamiento.
- Si no lo usas de inmediato, guárdalo en un frasco hermético en el refrigerador. Para mantener su color verde brillante, puedes añadir una capa ligera de aceite de oliva sobre la superficie antes de cerrarlo.
- Tiempo de Preparación: 15 min
- Categoría: Salsas
- Método: sartén
- Tipo de Cocina: Italiana
Sugerencias de almacenamiento
REFRIGERADOR: guárdelo en un recipiente hermético donde el pesto llegue casi hasta arriba. Agregue una fina capa de aceite de oliva rociada por encima para ayudar a evitar que se oxide. Se mantendrá en el refrigerador hasta por 1 semana.
CONGELADOR: congele porciones de pesto en bandejas de cubitos de hielo y luego transfiéralas a una bolsa apta para congelador hasta por 6 meses.
TIPS:
Antes de dar este tip, tengo muy claro que no es una opción para muchos italianos en donde respetan el producto y hacer este proceso no está permitido porque rompe con las tradiciones, creyendo en sí que la albahaca perdería su potente sabor y aroma. Dejando en claro esto, para quienes se animen les recomiendo lo siguiente con el fin de obtener una salsa mucho más verde y que les durará por más tiempo.
En una olla con agua hirviendo sumergir la albahaca por unos 30 segundos, enseguida retirar del agua caliente para trasladarla a un bowl con agua fría y con hielo. Con ello podrán cortar la cocción. Retirar el exceso de líquido, pueden ayudarse con papel absorvente, luego podrán utilizar la albahaca para la receta.
Este tip es solo para quienes deseen hacer albahaca para almacenar por más tiempo y así tener esta deliciosa salsa a mano.
Si bien el pesto genovés es el más famoso, existen muchas variaciones regionales y creativas. Algunas versiones incluyen pesto de tomate seco, pesto de rúcula, pesto de espinacas o incluso pesto de cilantro, cada una aportando un giro único al clásico. En algunos casos, los piñones pueden ser sustituidos por nueces, almendras o incluso semillas, y el queso parmesano puede ser reemplazado por otros tipos de quesos según el gusto.
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